El contexto en el Parc des Princes para el duelo entre el PSG y el Bordeaux fue atroz. Es que fue el primer encuentro de local para los parisinos desde la insólita e histórica eliminación en octavos de Champions League ante el Real Madrid, donde el partido y la serie se les escapó de las manos por errores garrafales en defensa.
El recibimiento fue atroz para todo el equipo de parte de los hinchas, pero sobre todo recayó en Messi y Neymar, a quienes acusaron como responsables por el peso de sus nombres en el club y en el mundo del fútbol. Sin embargo, las críticas y los silbidos se acallaron casi en su totalidad tras la goleada 3 a 0 ante el Bordeaux, donde además de Messi, estuvo la participación activa de Leandro Paredes, autor del tercer y último gol del encuentro.
El ex Boca metió un golazo en la que fue protagonista absoluto. Recuperó la pelota, condujo junto a Messi y, cuando parecía que la jugada no prosperaba por haberse ensuciado en el área, Leo la rescató y volvió a hacerla peligrosa al dársela a Paredes. Éste, con la marca de casi toda la defensa en él, desparramó dos rivales con un simple amague y definió de zurda a un ángulo, siendo una jugada típica de futsal.
Tras el golazo imperdible que hizo el argentino, el propio Paredes se acercó a una de las tribunas e hizo un reconocible gesto de un corazón con sus manos. Desde medios franceses lo tomaron como un pedido de disculpas a los hinchas por la eliminación, pero también podría haberse tratado de una dedicatoria para su familia, como suele ser costumbre con ese gesto al celebrar un tanto. ¿A quién habrá sido?

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