Un rendidor. Un guerrero silencioso. Marcos Acuña es de esos futbolistas que no sobresalen por una jugada puntual, como puede hacer Lionel Messi, pero siempre está en el momento exacto para que la defensa y el ataque de la Selección Argentina no queden descompensados.

 

 

Después de ser campeón del mundo con la Albiceleste, el Huevo retornó a Sevilla para continuar disputando LaLiga y así ayudar al equipo que dirige Jorge Sampaoli a evitar el tan temible descenso, ya que los andaluces llegaban al duelo ante Getafe en la zona de riesgo.

El encuentro frente a los madrileños fue bastante complicado, y difícil de destrabar. Pero el oriundo de Zapala se encargó de convertir un verdadero golazo, hasta impensado por su posición dentro del campo de juego, para que Sevilla se ilusione con salir del fondo.

Tras un centro magistral de Ivan Rakitić, Acuña apareció dentro del área para desviar la trayectoria del balón con un grandioso cabezazo que terminó metiéndose en el ángulo del arco defendido por David Soria. Así, los sevillanos se pusieron 1-0 arriba a los 36 minutos de la primera etapa.