En el cierre de la jornada dominical, River recibió a Argentinos Juniors bajo una tormenta calamitosa que azotó a todo el Monumental. A pesar de que la semana había sido cuesta arriba para los de Gallardo, que perdieron a Robert Rojas por una fractura de tibia y peroné, recibieron a los de La Paternal con vistas a no perderle pisada al líder Racing, que había ganado horas antes.
Ante un Monumental repleto de ilusión, el Millonario dominó en gran parte de la primera etapa, pero se durmió y estuvo muy cerca de perderlo. De hecho, lo ganaba 2-0 por los golazos de Matías Suárez y Enzo Fernández, y antes de que llegara el entretiempo, Gabriel Ávalos logró el descuento para un gran murmullo en Núñez. Además de sembrar las dudas, los de Milito comenzaron a superar a su rival y le igualaron el juego.
Cuando River peor la pasaba, llegó el empate de Paulo Díaz (en contra) tras una jugada de pelota detenida. Y allí se vio lo peor del último campeón de la Liga Profesional, que no hacía pie y, como si se tratara de una pelea de box, estaba grogui. Pero la fortuna estuvo de su lado: Julián Álvarez remató al arco y consiguió un penal por una grosera mano de Miguel Torrén, quien terminó expulsado.
A pesar de que el Araña quiso hacerse cargo, apareció Juan Fernando Quintero para tomar la pelota y darle una nueva sonrisa al Millo y a Gallardo, ya que sentenció el 3-2 para que el público presente comenzara a deleitarse.
Luego de que los del Muñeco llegaran al tercer tanto, comenzaron a dominar por la supremacía dentro del campo de juego, ya que el Bicho estaba con uno menos. Pero cuando se creía que no iban a liquidar el cotejo, fue Andrés Herrera quien decretó un nuevo tanto para el Millonario, quien ganó 4-2, pese a que no jugó bien y sufrió por demás.
De esta manera, River quedó a dos unidades del líder de la Zona A, Racing, y ahora tendrá tiempo de preparar el duelo ante Fortaleza, por la Libertadores, con el pecho bien inflado. Argentinos, por su parte, volvió a caer después de que llegara con mucho aire por haberle ganado a Banfield. Partidazo en el Monumental, no apto para cardíacos.