River y Boca empataron 1 a 1 en el Monumental en un nuevo Superclásico del fútbol argentino. Todo sigue igual, ambos siguen con chances de meterse en cuartos de final de la Copa de la Liga. Pero vamos al detalle.
Es un clásico que sirve para terminar con la sanata de Fabra en Boca para siempre. Lautaro Blanco, en un mes, hizo algo más importante que Fabra en 9 años. Si Chiquito Romero no se comía el gol, Boca hasta lo hubiera podido ganar. Y eso que jugó con 10 un rato largo gracias a Cavani.
El 1 a 1 moralmente da como ganador a Boca. River lo tenía, Boca estaba desorientado. Y en un cambio que hace Demichelis, que se va a arrepentir y va a soñar todas las noches, lo saca a Herrera, amonestado, uno de los mejores, y lo pone a Sant’Anna, el que desbordó Blanco para el empate final.
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Boca se va fortalecido de la cancha de River. Porque jugó mucho mejor que con Almirón y se animó a atacar, aunque por momentos fue superado.
River, por su parte, pierde una gran oportunidad de meterle otro mazazo a Boca y Demichelis de ganar 3 Superclásicos consecutivos como hizo el Bambino Veira en 1985.