Seguramente aquella tarde de 2012, cuando un médico le dijo que no iba a poder jugar más al fútbol por una artritis reumatoidea, Braian Romero ni siquiera se imaginaba verse en lo más alto de la tabla de goleadores del torneo de Primera División de Argentina. Pero el fútbol, como la vida misma, tiene esos vaivenes. O “milagros” como el propio jugador definió su situación.
Con 33 años, el delantero de Vélez Sarsfield atraviesa un presente inmejorable. Con 10 tantos es el máximo goleador de la Liga Profesional y su equipo marcha puntero a 5 unidades de sus perseguidores. Pero la historia de Braian Romero va mucho más allá.
El diagnóstico que le cambió la vida
En 2012, cuando daba sus primeros pasos como profesional en la Primera B Metropolitana jugando para Acassuso, un diagnóstico cambió su vida. El médico le dijo que padecía artritis reumatoidea, enfermedad que provocó la inflamación de las articulaciones y tejidos circundantes, y hasta le llegaron a decir que se busque otra actividad porque no iba a poder seguir jugando al fútbol.
“Me desperté de una siesta, me empezó a doler la cintura y el dolor empezó a aumentar. Fui al médico y quedé internado. Después de dos meses me detectaron la artritis, tuve que dejar de jugar porque no podía ni caminar. El reumatólogo, después de un tratamiento, me dijo que me busque otra actividad porque no podía seguir jugando al fútbol”, supo contar en su momento Romero, quien en ese momento también trabajaba como verdulero en Beccar, su lugar natal.
Romero, en las épocas donde alternaba la verdulería con los entrenamientos.
“Siempre supe esa fe interna de que iba a volver, empecé a ir a la iglesia, mis abuelos siempre fueron de ir pero yo nunca les daba bola. Me aferré a eso y un día escuché a un pastor hablar de milagros y dije ‘si ocurrió esto a mí me puede ocurrir’. Empecé a ejercer la fe, a leer la Biblia. Un día le llevé los estudios al doctor y pensó que no era mi cuerpo, me mandó a hacerlos de nuevo porque no podía creerlo”,relató en una entrevista con TN.
Gastón Ramondino, uno de los formadores del delantero, dejó en diálogo con Como Te Va una frase que resume a la perfección lo que se vivía por esos tiempos en la intimidad de Braian Romero: “Creímos que no iba a volver a jugar y nos conformábamos con que pudiera caminar”.
Increíblemente, ese “milagro de Dios” que describe Braian Romero ocurrió y lentamente pudo recuperarse para volver a hacer lo que mejor sabe: jugar a la pelota. “Cuando me quise acordar ya estaba trotando de nuevo, hice una pretemporada, jugué bien en la B Metro ese campeonato y a los meses ya estaba jugando en Primera”, describe el hoy goleador del fútbol argentino.
Una carrera repleta de sacrificio
Tras ese resurgir, el delantero nacido en Beccar tuvo un préstamo en Colón de Santa Fe, donde jugó por primera vez en la máxima categoría, pero fue en Argentinos Juniors donde alcanzó su plenitud.
Fue parte fundamental del recordado Bicho de Gabriel Heinze que ascendió en 2017 jugando un fútbol de alto vuelo. Hizo 22 goles en 68 partidos y eso le valió ser comprado por Independiente.
En el Rojo no tuvo su mejor paso y fue ahí donde tuvo su primera experiencia en el exterior al ser fichado por Athletico Paranaense, donde tampoco pudo mostrar su mejor versión, lo que le valió volver al país para jugar en Defensa y Justicia.
Fue en el Halcón donde Romero tuvo el mejor momento de su carrera (quizás hasta esta actualidad con el Fortín), ya que en Florencio Varela conquistó la Copa Sudamericana siendo el goleador del torneo y también ganó la histórica Recopa nada menos que frente al Palmeiras de Brasil.
Braian levantando la Recopa que Defensa y Justicia le ganó a Palmeiras (Getty)
Ahí llegó el momento de probar suerte en River Plate, club del que siempre dijo ser hincha, aunque su paso tuvo altibajos. Sumó 2 títulos más en Núñez en 2021 y tras esto jugó también en Inter de Porto Alegre y en el Tijuana mexicano, su último equipo antes de recalar en Vélez Sarsfield.
De pelear el descenso a ilusionarse con el título
El delantero de 33 años llegó a Vélez en uno de los peores momentos de su historia y se convirtió en referente de un plantel que terminó salvándose de jugar un partido desempate para no descender en la última fecha.
Junto a Claudio Aquino, Francisco Pizzini y Elías Gómez, encabezaron la columna vertebral de experiencia que fue fundamental para que el Fortín “cambie el chip” y hoy mire a todos desde arriba en el fútbol argentino.
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En este 2024, tras el 0-5 sufrido en el Monumental, el Vélez de Gustavo Quinteros tuvo un andar arrollador que lo llevó a quedar en las puertas de coronarse en la Copa de la Liga Profesional (perdió la final ante Estudiantes). Precisamente, Braian Romero no pudo jugar ese partido decisivo porque fue expulsado en la semifinal ante Argentinos, una espina que hoy en día se sigue lamentando.
Ya en esta Liga Profesional, el aporte de Romero al Fortín fue fundamental y, con 10 tantos, es el máximo goleador de un torneo en el que los de Liniers lideran con autoridad. Además, ya en semifinales de Copa Argentina (espera rival entre Boca y Gimnasia La Plata), las chances de coronar este gran andar con un título son mayores aún.
Los goles de Romero, claves en el andar del Vélez de Quinteros (Getty)
Así las cosas, Braian Romero supo encontrar en la resiliencia su manera de salir adelante y hoy lo cosechado sigue dando sus frutos. ¿Podrá sumar un nuevo título en unos meses? El tiempo dirá, aunque el más grande de todos ya lo ganó hace varios años.