La locura se desató en Avellaneda. De la emoción al descontrol en cuestión de segundos. Es que Racing parecía llevarse la victoria ante Barracas Central por la primera fecha del Torneo Clausura, con un tanto agónico de Adrián Maravilla Martínez, pero todo se vino abajo para darle paso a la polémica. El árbitro Nicolás Lamolina, recibió el llamado del VAR, anuló el tanto y decidió ir para atrás en la jugada: cobró penal para el Guapo.
La escena fue tan insólita como inesperada y el desconcierto terminó de explotar cuando Gustavo Costas, completamente fuera de sí, invadió el campo para enfrentar al árbitro a los gritos. La bronca del entrenador fue tal que no solo se fue al humo, sino que se lo vio chocando el pecho contra el juez e insultándolo cara a cara, mientras jugadores y cuerpo técnico intentaban frenarlo.
Como consecuencia, la situación terminó con una roja directa para Costas, que tuvo que ser retirado por su propio cuerpo técnico y jugadores. Rodrigo Insúa se terminó encargando del penal y le dio la victoria a Barracas. Tras el pitazo final, Lamolina logró abandonar sin tantos cuestionamientos el campo de juego, pero estuvo lejos de olvidar la situación con el DT de Racing.
Según pudo saber Bolavip, el referí de 42 años ya tomó nota de la furiosa reacción del entrenador y lo informará en su acta por los insultos. Y así, Costas corre riesgo de exponerse a una dura sanción. Todo quedará en manos del informe que presente el juez ante la Liga Profesional y el Tribunal de Disciplina de AFA.
La palabra de Lamolina tras la polémica
Una vez finalizado el encuentro y mientras iba en camino a abandonar el Cilindro de Avellaneda, el árbitro del encuentro explicó las razones que lo llevaron a convalidar el penal de Barrancas. “Las imágenes son elocuentes. La dificultad está en el contexto del partido, también porque viene de un gol del otro equipo (Racing), pero hay un penal imprudente“, sentenció firme Lamolina, en diálogo con ESPN.
Y profundizó: Bruera puntea el balón y Martínez lo termina impactando con su pie en la canilla. Entendemos que la decisión es la correcta. El penal es claro. Durante la revisión pedí velocidades normales y no solo ver cámara lenta. No es una disputa entre ambos jugadores. La impudencia está en que Martínez intenta jugar el balón pero Bruera lo anticipa”.
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