Semanas después que Sergio Busquets confirmara que no continuará en Barcelona una vez finalizada la temporada, quien tomó la misma decisión, incluso cuando le quedaba todavía un año más de contrato, fue Jordi Alba. Así, el equipo culé pierde a los dos grandes amigos que le quedaban a Lionel Messi en el plantel, justo cuando están trabajando para repatriarlo.

Es evidente que con la partida de los dos futbolistas más icónicos del plantel Barcelona dará lugar a una considerable reducción de masa salarial, algo que está obligado a hacer para que La Liga de España apruebe la inscripción del crack de la Selección Argentina entendiendo que no se violaran con ello las normas del Fair Play Financiero.

Sin embargo, entendiendo que el fuerte principal del club para pujar por su fichaje no es el dinero sino apuntarle al corazón, la ausencia de dos amigos con los que incluso se había juntado a comer en su última visita a la ciudad podría provocar que Messi se replantee si volver a ser culé es la opción correcta para su futuro.

La situación volvió a abrirle terreno al Al-Hilal de Arabia Saudita, que ahora ya no solo ofrecería pagar al argentino 400 millones de dólares por temporada, sino además mimarlo llevando también a Sergio Busquets y Jordi Alba al equipo. Según el diario Sport, de todas formas, el entorno de Alba negó que tuviese el deseo de partir rumbo al fútbol saudí.

Si se apunta solo a reducir masa salarial, la salida de Jordi Alba permite liberarse del que desde la pasada temporada era el contrato más alto de la plantilla, incluso por encima del de Robert Lewandowski. Si Messi ya estaba al tanto de esto, las negociaciones seguirán adelante con muy buen pronóstico. Caso contrario, podría ser un revés del que no haya retorno.