El deporte está lleno de luces y flashes sobre los beneficios que permite el éxito. Sin embargo, también hay lugar para momentos que están en la contracara de la felicidad y un ejemplo de eso es Ricky Rubio. El español que brilló en Barcelona y se mantuvo durante más de una década en la NBA, dejó una frase reveladora que generó un fuerte impacto en el ambiente. “No quería seguir con mi vida”, sentenció.
El basquetbolista que fue elegido mejor jugador de la final del Mundial FIBA 2019 tras salir campeón al vencer a Argentina, acumula más de un año desde su última aparición sobre un terreno de juego. Fue precisamente allí cuando comenzó a transcurrir una nueva etapa de su vida y, aunque fue difícil, decidió pausar su carrera por motivos de salud mental.
Lo cierto es que Rubio rompió el silencio en una entrevista exclusiva con el periodista español Jordi Évole. En ese diálogo reveló cómo se desarrolló este problema que todavía lo tiene a maltraer. Recordó su grave lesión en la rodilla en diciembre de 2021 cuando militaba en Cleveland Cavaliers y empezó: “No quería ni agarrar el teléfono, porque yo sabía que me había roto”.
Luego de largos meses de recuperación para volver a competir al más alto nivel, Ricky comenzó a tener un conflicto interno. Sobre aquel episodio que dio inicio a este proceso, confesó: “Hago toda la recuperación y la preparación para el Mundial. Vuelvo a jugar y me voy al Mundial, pero tengo una sensación rarísima dentro. Me veo en el espejo y digo: ‘algo no va bien‘”.
En medio de un momento tan complicado, el base afirmó: “Pedí ayuda como supe“. Es que le solicitó a su esposa que le colabore a hacer las valijas y así abandonar la concentración de la selección española lo antes posible. Al memorar semejante decisión, El Genio admitió: “Una de las noches que estaba en el hotel dije: ‘no quiero seguir con la vida, ni con el baloncesto‘”.
En la misma línea que antes, el medallista olímpico con España continuó: “En el Mundial, cuando digo que paro, parece que me muero y que mi vida no tenía sentido“. E inmediatamente, añadió: “Puedo entender a mucha gente, tanto que está en el momento de éxito como, por desgracia, muchos se han quitado la vida, o como gente normal, que dice no puedo seguir. Porque todo pesa tanto…”.
Ricky Rubio junto a Kobe Bryant tras recibir el premio al MVP luego de vencer a Argentina en la final del Mundial FIFA 2019. (Getty Images)
Cabe destacar que Rubio comenzó su carrera en Joventut Badalona y luego pasó al gigante de la ciudad: Barcelona, donde conquistó muchos títulos colectivos. Su excepcional nivel lo catapultó a jugar 12 temporadas consecutivas en la NBA, considerada la mejor liga del mundo. Esa experiencia se repartió entre Minnesota Timberwolves, Utah Jazz, Phoenix Suns y Cleveland Cavaliers.
Pese a haber sido parte del campeonato más competitivo del planeta durante más de una docena de años, Ricky fue muy crítico. “En Estados Unidos han convertido la NBA en un show, un negocio, han dejado el amor por el baloncesto. Es su personaje, es su ego. Me llevo de Estados Unidos lo que no haría, no lo que haría”, expresó de manera muy contundente.
Los trofeos que conquistó en su carrera
La carrera de Rubio estuvo plagada de trofeos. Con la Selección de España ganó el Mundial de 2019 y dos veces la Eurobasket en 2009 y 2011. Además, consiguió la medalla de plata y bronce en los Juegos Olímpicos de Pekín 2008 y Río de Janeiro 2016, respectivamente. También sumó dos tercer puesto en la competición europea mencionada y disputó un total de 157 partidos.
A nivel clubes no se quedó atrás. Ricky conquistó cuatro veces la Liga Catalana, en tres oportunidades la Copa del Rey, por duplicado la Supercopa de España, una Euroliga, una liga española, otra ULEB Eurocup y también la FIBA EuroChallenge. Esto sin destacar las incontables distinciones individuales que sumó a lo largo de su profesionalismo en el básquet.
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