Por su rendimiento y sacrificio, Rodrigo De Paul fue apodado por sus compañeros de la Selección Argentina como el Motorcito. Se transformó en una pieza infaltable para el esquema de Scaloni, ya que desde su presión por sobre el rival generó muchísimo peligro.

Fue vital en toda la Copa América, pero la poca continuidad en Atlético de Madrid lo perjudicó durante los primeros partidos dentro de la cita mundialista disputada en Qatar. Incluso, tuvo una molestia física con la que jugó todo el campeonato. Pero a pesar de las complicaciones, mejoró notablemente su nivel.

En lo que fue la final ante Francia, el nivel de todos los jugadores argentinos fue superlativo e hicieron un enorme desgaste, algo que lo sintieron con el correr de los minutos, sobre todo cuando estaba por culminar la prórroga. Pero a De Paul poco le importó, ya que quería ser campeón del mundo.

A poco más de un mes del histórico partido entre argentinos y franceses, el ex Racing y Valencia CF compartió un posteo en Instagram en donde pueden observarse el estado en el que quedaron los botines que utilizó a lo largo de los 102 minutos que completó. "Así quedaron", escribió sobre la imagen en la que se visualiza con total claridad la gran cantidad de raspones que percibió en su calzado, producto del enorme esfuerzo físico que llevó a cabo.

En la jerga futbolística, habitualmente se habla de partidos de "vida o muerte" cuando se trata de alguna definición de la importancia que requería la final del Mundial de Qatar. Y el mediocampista de la Selección Argentina lo reflejó con sus cualidades, pero también con las marcas en sus botines. ¡Enorme Rodri!