Maximiliano Falcón volvió a jugar con Colo Colo luego de su expulsión en la Supercopa ante la Universidad Católica. Peluca retornó en el Superclásico que tuvo como ganador al Cacique por 1-0 sobre la Universidad de Chile en el Estadio Monumental. El defensor estuvo cerca de convertir en el primer tiempo con un cabezazo que pegó en el palo.

En caso de marcar, el zaguero tenía una tierna celebración preparada para su hijo Domingo, ya que andaba con la vestimenta colocolina de su bebé lista para mostrarla en televisión. Tras el partido explicó qué tenía en mente:  "Lo había traído porque quería hacer un gol y se lo quería dedicar a él y a mi señora. Estuve cerca, pegó en el paló y me quería morir. La tengo en la mano y le mando un beso muy grande", dijo a TNT Sports.

Luego se refirió al partido. "Nos merecíamos esto porque trabajamos con humildad. Costó, tratábamos de salir, ellos presionaban bien por momentos, no podíamos salir claro y quedábamos un poco más largos". 

Gustavo Quinteros fue fundamental en las instrucciones. Falcón reveló que les dijo: "Que metamos más intensidad, que en el medio estábamos saliendo más lento, agarrarlo de contragolpe que esa era la falencia de ellos. Por suerte pudimos ganar".

Además se refirió a su ausencia en las primeras jornadas:  "Me gusta jugar todos los partidos, sea contra quien sea, fueron cuatro fechas, un mes y algo muy largo. Estaba con ellos en cada pelota de la tele".

Por último valoró mantener el invicto en Pedrero: "Lo más importante son los tres puntos para sumar cada partido y también no perder esa mística, es doble la satisfacción. El no recibir goles es algo espectacular".