La gran ilusión asoma en la peor racha

Columna de Pablo Aravena

Hoy, los números arrojan un dato lamentable. Triste. Con el empate ante Unión Española, la U timbra su peor racha en el torneo. En los últimos cinco partidos, el elenco del uruguayo Diego López apenas sumó dos unidades (igualdades ante Antofagasta y los hispanos). Y, por consecuencia, está a cuatro puntos del descenso.

Sin embargo, y acá asoma un contrasentido, la esperanza crece.
No desde los sueños. Sino desde la cancha. Desde lo que expone el equipo.
Pese a que el marcador no fue el ideal, el viaje a Coquimbo trajo varios aspectos positivos, comenzando con la destrucción de algo que parecía un dogma del cuerpo técnico: jugar con dos delanteros. 

Ante los rojos, López apostó a Ronnie Fernández como único punta. Y contar con menos atacantes transforma a la U, contra lo que creen algunos fanáticos, en un equipo más ofensivo. El tridente de Lucas Assadi, Jeisson Vargas y Darío Osorio ofrece frescura, técnica y potencia, con la capacidad suficiente para llegar al gol, habilitar con certeza y acompañar la jugada.

Universidad de Chile empató 1-1 con Unión Española en Coquimbo (Agencia Uno)

Aunque la tarde no fue perfecta (¡qué gol falló Vargas!), los avances fueron significativos.
Y, si uno fuera más positivo, ahora López tendrá un problema extra: ver si Pablo Aránguiz, un volante-delantero con técnica y sagacidad para ofrecer variadas respuestas ofensivas, se une a esta lucha por lograr un puesto detrás del único artillero.

En el sistema defensivo es donde se viven los días más difíciles. Pero, si uno mira el vaso medio lleno, quizá la explicación está en los problemas por lesiones o las continuas suspensiones.


En la mitad de la cancha, la dupla de Emmanuel Ojeda y Mauricio Morales comenzó a afianzarse hasta que el canterano azul sufrió una lesión muscular. Y ahora que está cerca de volver, parece que Israel Poblete será el sacrificado. 

 

En la retaguardia, el ansiado retorno de Nery Domínguez puede ser el factor que permite darle mayor solidez a esa zona. Y ganar en concentración para evitar líos, como la desastrosa cantidad de disputas aéreos perdidas ante Unión Española en las pelotas detenidas. Los rojos anotaron un gol (Assadi confesó que él debió estar en el poste por donde entró el balón) y se perdieron otros tres con esa vía.


Pero la sensación final es de esperanza. Como que algo hizo click. Como si, a contramano de los números de esta nefasta racha, pareciera que la ilusión se asienta sobre cambios futbolísticos. Y eso ya es un avance.