Cuando llegó a Universidad de Chile como flamente refuerzo de cara a la temporada 2022 luego de dos aceptables temporadas defendiendo la camiseta de Unión La Calera, el ruido no se generó por sus condiciones, si no más bien por su formación en Universidad Católica, por las lesiones e incluso, por las denuncias por violencia intrafamiliar de las que fue acusado hace algún tiempo.
Sin embargo, Jeisson Vargas estuvo lejísimo, pero lejos de ser ese jugador que deslumbró en un momento en un torneo juvenil que se disputó en San Carlos de Apoquindo por ellá en el año 2015 y que a la temporada siguiente le permitió ser considerado en el plantel de honor de Universidad Católica con dos títulos a cuestas.
Pero, ¿Qué le pasó en la U? Cuesta encontrar una respuesta concreta en la hora del adiós cuando parte al fútbol qatarí, en específico al Al Rayyanaunque desde luego la pubalgia que arrastra desde tiempo pudo haber sido un factor considerable a la hora de la constancia en lo físico.
Otra razón, pudo haber sido la posición que ocupó. En primera instancia, el colombiano Santiago Escobar sentenció que para él, el recoletano era el creador, el diez del equipo y ese era el puesto a ocupar. Con el uruguayo Diego López, prácticamente no jugó y con Miranda era suplente constante.
Sus números fueron muy nefastos. Para comenzar, no anotó ningún gol y para ser el “’10” no dio ninguna asistencia para que algún compañero anotase. Triste derrotero del formado en la UC.
En total, Jeisson Vargas jugó 22partidos por la U entre Campeonato Nacional, Copa Chile, en los cuales en trece fue titular, graficados en 1.126 minutos. La número diez, queda vacante.
