No por nada el apodo del Santos Laguna es Los Guerreros. El club, a base de mucho esfuerzo y dedicación, comenzó a tomar notoriedad en las últimas décadas y a ser un habitual protagonista de los torneos.

Tal surgimiento se dio con elementos de mucha jerarquía y con ganas de dejar una huella en el cuadro de la Comarca Lagunera. Uno de ellos fue Oswaldo Sánchez, arquero emblema en la historia de la Liga MX.

"Llegué a Santos cuando se necesitaba gente de carácter y personalidad, de huevos. Era un proyecto padrísimo, pero que estaba prácticamente descendido y se convirtió en mi nuevo equipo. Soy Chiva de corazón, pero empecé a entrenar con Santos, sufría y peleaba por no descender y las cosas no se daban. Empecé a querer al equipo. Me marcó mi vida deportiva de una manera diferente", relató el portero en diálogo con Marca.

"Pasé a Santos en una circunstancia que tampoco imaginé que fuera a pasar. Nunca creí que saldría de Chivas porque estaba feliz y contento. La decisión lo tomaron algunos directivos y después me echaron la culpa de que yo me fui por dinero. Esa es una mentira total", agregó.

Con Los Guerreros, Sánchez obtuvo 2 títulos de Primera División y se consagró como uno de los futbolistas más queridos por la afición.