A diferencia de un sinfín de futbolistas, Luis Rodríguez logró hacer algo que pocos pudieron: ser querido hinchadas propias y ajenas a la institución para la cual jugó.
El Pulga, con un sello de calidad distinto que no abunda mucho en el fútbol argentino, logró hacerse un lugar en el corazón de los fanáticos del deporte en su país de origen.
Si bien siempre se caracterizó por su sencillez y alegría, el atacante recibió en septiembre una noticia que hasta el día de la fecha lo mantiene entristecido: la partida de su padre.
Delicado de salud desde hace un tiempo, el papá de El Pulga falleció a mediados de dicho mes, golpeando así de forma contundente a un deportista que confesó que al día de la fecha sigue sin poder superar el duelo.
En diálogo con La Nación, Luis se sinceró, dejó el fútbol de lado y aseguró: “Este fue el peor año personal de mi vida. Todavía no pude hacer el duelo por la muerte de mi viejo”.
El atacante, haciendo referencia brevemente a su continuidad en el Sabalero, prosiguió: “Me han preguntado muchas veces por mi futuro y no lo sé, no tengo ni la menor idea todavía. Tengo un año más de contrato en Colón”.
Dejando al desnudo sus sentimientos, el ex hombre de Atlético Tucumán cerró: “Me la pase llorando por mi viejo,porque el duelo todavía no lo pude hacer”.