Eusebio Di Francesco irrumpió como una bocanada de aire fresco en la escena de un fútbol italiano que amaga pero no se aleja del pensamiento conservador, donde cuidar el arco propio suele ser más importante que poner en riesgo constante al del rival.

El entrenador de la Roma sorprendió en la rueda de prensa previo al partido de ida de los cuartos de final de la Champions League, al expresar que su equipo no renunciará al ataque en el Camp Nou.

"Como entrenador no estoy acostumbrado a jugar 4-4-2 y sería una debilidad renunciar a nuestra forma de trabajar. Eso no quiere decir que no pueda poner un tercer delantero con características más defensivas. Pero jugaremos sin complejos", señaló.

Pese a ello, Di Francesco se mostró consciente de los riesgos extra que implica enfrentar, y en su propio estadio, a un equipo de la talla de Barcelona: "Si te guias por el partido de Sevilla, hasta el minuto 60 lo ideal fue un 4-2-3-1. Pero entonces salió un señor llamado Messi y lo cambió todo".