El partido entre Chivas y Atlas no brindó demasiadas emociones. Sin embargo, fue en la parte complementaria en la que los ánimos se encendieron. Los rojiblancos se fueron al frente del marcador y consiguieron la ventaja en la serie. No hubo respuesta de la visita, por lo que los ataques continuaron y se presentó una jugada polémica.

Tras un trazo largo por parte del Chiquete Orozco, Roberto Alvarado intentó controlar y ganar la posición dentro del área atlista. Sin embargo, el balón botó y pegó en la mano de un defensor del Atlas. Pese a la evidente falta que ameritaba la marcación de un penalti, la jugada fue al revés y los rojinegros despejaron.

Roberto Alvarado se volvió loco y no dejó de pedir la revisión del VAR. Pese a que el encuentro se detuvo instantes después por una falta, el silbante Víctor Alfonso Cáceres decidió que no había nada. Incluso, ni el VAR le pudo atinar, pese a que sí revisaron la jugada. Este hecho logró hacer algo que no sucede nunca.

Toda la opinión pública, exjugadores, comentaristas, analistas y exárbitros se pusieron de acuerdo en la misma postura: era penalti. Sin embargo, las críticas y el sospechosismo no se hizo esperar ya que el Atlas tiene un historial curioso en sus últimos títulos de favoritismo por parte de los árbitros.

No los beneficia

Cuando logró su primer campeonato, el paso del Atlas por cada ronda previa quedó manchado por las decisiones arbitrales. Fue en las semifinales donde no les marcaron un penalti a los Pumas, justo a los pocos segundos de finalizar el partido. Por lo mismo, el enojo y la sospecha siempre aumenta por parte de los aficionados cada vez que sucede algo así con un equipo de Orlegi.