Mucho se ha platicado en las últimas semanas en torno a cuál será el siguiente desafío en la carrera de Leo Fernández. Su extraordinaria temporada ha despertado una serie de pretendientes y ha dejado declaraciones por doquier, pero el propio jugador no había realizado maniobras al respecto. Hasta ahora…
Por calendario, el enganche de 26 años ya disputó su último partido del año en Uruguay, y si bien aún no es oficial, es prácticamente un hecho que no continuará en Peñarol en 2025. Su cesión vence dentro de pocos días, y aunque harán el intento por retenerlo, su futuro inmediato parece estar bastante lejos del futbol de su país.
A esta realidad contractual del futbolista, se ha sumado una noticia de última hora que vale para ilusionar a la afición del Toluca, club dueño de los derechos económicos y federativos del mediocampista ofensivo, y donde el charrúa ha tenido un paso bastante positivo, aunque no tan brillante como lo que ha demostrado en estos doce meses.
De acuerdo a la información revelada por el periodista Edgardo Buggiano, cercano al entorno del jugador, Leo Fernández está esperando el llamado de Toluca para volver a entrenar en el ‘Infierno‘. El volante tiene vínculo con el equipo escarlata hasta el mes de diciembre del 2026, y quiere comportarse como corresponde con el club que en su momento hizo un esfuerzo por hacerse de su ficha.
Es más, según el reporte del mencionado, el futbolista ‘ya le dijo que no a Boca Juniors‘, un gigante de Latinoamérica por historia y uno de los equipos más poderosos del continente en la actualidad. Esta negativa al club argentino también es consecuente a su decisión de reincorporarse cuanto antes a las prácticas en México junto al resto de sus ex compañeros.
De momento, se desconoce al 100% si el regreso de Leo Fernández a los entrenamientos del Toluca será para quedarse en forma definitiva en busca de “una revancha” o si terminará siendo una cuestión estrictamente laboral, pero la postura del enganche deja abierta una puerta a un segundo ciclo del uruguayo en los Diablos Rojos. Y más esperanzador aún, luego del fantástico 2024 con el que dislumbró a una decena de equipos que se convirtieron en pretendientes.