Lamentablemente hubo que esperar al desenlace para terminar de comprender cuan innecesario era para Evander Holyfield tomar a última hora el lugar de Oscar De La Hoya, contagiado de coronavirus, para enfrentar a Vitor Belfort en el combate estelar de la cartelera del Club de las Leyendas montada por Triller.

Si bien para el excampeón mundial de peso pesado, de 58 años, la bolsa de dinero ofrecida podía considerarse imposible de rechazar, no parace haber razón para exponer su físico y su salud de esa manera; tampoco su laureada carrera deportiva que no se borra pero que ahora deja una imagen suya sobre el cuadrilátero que nunca debería haberse visto.

Holyfield sintió el primer golpe de poder de Belfort, en los primeros segundos de la pelea. Perdió el balance, ya resentido, y a punto estubo de salirse del cuadrilátero tras caer contra las cuerdas, para segundos más tarde volver a caer ante otra combinación de golpes del brasileño que llevó al árbitro a parar la pelea.

Entre los murmullos y los abucheos de un grupo de fanáticos que se sintió defraudado por la disparidad del combate estelar, tal vez indignados algunos de ellos por la manera en que el excampeón mundial fue expuesto a un daño innecesario; Holyfield se mostró tercó y se quejó del árbitro por parar la pelea. 

“Pensé que era una mala decisión. No creo que el árbitro haya tenido que detener la pelea tan rápido", expresó algo avergonzado el único peleador que fue capaz de derrotar en dos oportunidades a otra leyenda como Mike Tyson. Quien también tuvo lugar para opinar de lo sucedido fue Donald Trump, expresidente de los Estados Unidos y cercano a Holyfield que estuvo presenciando la velada y que tuvo una postura mucho más cercana a la de quienes piensan que fue oportuno cuidarlo. “Se podía ver desde el principio, no era el mismo luchador. Ese jab de izquierda fue muy lento. Ha perdido mucho", aseguró.