Josh Taylor está listo para la pelea más importante de su carrera, que tendrá lugar este sábado en el Virgin Hotels Las Vegas, donde se enfrentará cara a cara con José Carlos Ramírez para dirimir quién será el campeón absoluto de la división de peso súper ligero, pues llegan con dos cinturones mundiales cada uno.
El británico, campeón de la FIB y la AMB, viene de realizar una última defensa exitosa el pasado 26 de septiembre en el Reino Unido, gracias a un espectacular nocaut en el primer round ante el tailandésApinun Khongsong. Pero sabe que ahora ha subido y mucho la vara de oposición, aunque está confiado en llevarse la victoria.
Durante el campamento de entrenamiento para la pelea, se pudo ver a Taylor estrenar un tatuaje que recuerda a su perro, que murió hace poco tiempo. Y cuando le preguntaron por el mismo, dijo que se llamaba PacMan, como le llaman también a quien es su máximo ídolo en el boxeo.
“Manny es un héroe mío, así que cuando le pusimos el nombre al perro, surgió de forma natural, nunca hubiera soñado con pelear con él, pero todavía me encantaría poder hacerlo ahora, al cien por ciento”, dijo en una entrevista concedida al diario británico The Sun.
Claro que pensando en que se le de finalmente la oportunidad de enfrentar a Pacquiao, para lo que debería apresurarse en subir a la división de peso wélter antes que el filipino se retire, dijo que se vería obligado a perderle el respeto sobre el cuadrilátero: “Tan pronto como sonara la campana, sería cuestión de negocios. A pesar que él es un ídolo y ya no tan joven, sigue siendo un luchador peligroso de alto nivel, así que tendría que ser despiadado“.