Manny Paquiao está pronto a regresar al boxeo profesional a los 46 años para enfrentar a Mario Barrios este sábado 19 de julio con el título CMB del peso wélter en juego. Se espera que sea un regreso triunfal de Pacman, quien no tiene la motivación del dinero para subirse al cuadrilátero, ya que la fortuna que tiene en su poder le permite vivir tranquilo por toda su vida y la de sus herederos.
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La diferencia de fortunas entre Manny Pacquiao y Floyd Mayweather
Según el dato revelado por el medio especializado en las finanzas de los deportistas Sportico, la fortuna de Pacquiao asciende hasta los 575 millones de dólares. Sus años de gloria en el deporte, con ya tres décadas en el profesionalismo (debutó en 1995) le han permitido obtener ganancias más que importantes. El presente más destacado llegó en 2015, cuando enfrentó a Floyd Mayweather y se llevó a casa 120 millones.
Luego, el adentrarse en el mundo de la política y el buen cuidado de su patrimonio con numerosas inversiones, le otorgó la posibilidad a Manny se continuar aumentando su fortuna. En definitiva, el largo camino tuvo sus frutos, aunque no tan prósperos como los de su rival más fuerte, el mencionado Mayweather y es que Floyd lo supera por un amplio margen en ganancias.
Manny Pacquiao y Floyd Mayweather se enfrentaron en 2015, en uno de los combates más importantes de la historia. (GETTY IMAGES)
El mismo medio Sportico reveló que Mayweather cuenta con 1,5 billones de dólares en sus arcas, por lo que se puede afirmar que posee un patrimonio muy superior al del filipino. Claro, el estadounidense está catalogado como uno de las caras más importantes en toda la historia del boxeo, por lo que es un sinónimo de ganancias y fortunas que nunca detuvieron sus ingresos.
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El momento más importante para The Money llegó en 2017, año en el que enfrentó a Conor McGregor en un combate de boxeo que le dejó 400 millones en su cuenta bancaria. Esto, sumado a los negocios en los que el estadounidense se sumergió para no limitar su economía al deporte, conforman un estatus que pocas veces se vio en un atleta de alto rendimiento que, al nivel de Floyd, se trata de una marca en sí mismo.
