Vasyl Lomachenko regresó este sábado a los cuadriláteros tras la derrota ante Teófimo López que lo dejó sin títulos mundiales en la división de peso ligero. Y lo hizo con una espectacular victoria por nocaut técnico en el noveno asalto sobre Masayoshi Nakatani que prueba por qué sigue siendo uno de los mejores libra por libra de la actualidad aunque ya no sea campeón.

En el Virgin Hotels de Las Vegas, las cosas comenzaron complicadas desde el primer asalto para el ucraniano, quien sufrió un importante corte en su frente producto de un choque de cabezas, producto del cual la sangre fluía directamente hacia sus ojos, dificultándole la visión.

Pero el gran trabajo que realizaron en la esquina con su herida y su innumerable repertorio de variantes le permitieron a Loma comenzar a dominar el pleito de todos modos, con una actitud mucho más activa que la que había tenido ante Teófimo, yendo en busca de un nocaut que conseguiría en el noveno asalto, tras derribar dos veces al japonés.

Lomachenko sabía cuan sólida había sido su actuación, por lo que apenas finalizado el combate no dudó en pedir esa pelea que quieren ver todos los fanáticos del boxeo a nivel mundial. “Estoy feliz porque gané. Todas las estrategias que desarrollamos con mi equipo funcionaron. Alcancé todas mis metas. Gané y ahora estoy de vuelta en la pista", comenzó diciendo.

Y agregó: “Todos vieron cómo gané esta pelea y todos están esperando la revancha con Teófimo López, así que hagamos una revancha. “Tiene una pelea en el futuro con Kambosos, pero ¿qué tal después, a principios del próximo año? Diciembre, enero, febrero. Estoy esperando".