La campaña para reducir el 'porpoising' encabezada por Mercedes AMG Petronas llevó a la FIA a tomar medidas al respecto antes del Gran Premio de Canadá, que contó con importantes tensiones de tinte político. Mientras los alemanes lograron su cometido, escuderías como Red Bull y Ferrari mostraron su descontento.

Según reveló Motorsport, el día sábado se dio una reunión en la que Christian Horner y Mattia Binotto enfrentaron a Toto Wolff por "exagerar" el problema del rebote para "empujar" a las autoridades a intervenir, mientras que el jefe del equipo alemán los acusó de no proteger la seguridad de los pilotos.

Sin embargo, el director de la escudería de Milton Keynes se mantiene firme con sus declaraciones de días atrás. Horner expresa abiertamente que los problemas de Mercedes no tienen que ver con las cuestionadas reglas para este 2022, sino más con defectos de un rígido monoplaza W13, siendo que su equipo no sufre los mismos inconvenientes.

"El problema de Mercedes es más grave, o ciertamente lo ha sido antes (de Canadá) que el de cualquier otro coche. Eso seguramente depende del equipo. Está dentro de su control lidiar con eso si no está afectando a otros competidores”, le dijo el británico a Motorsport.

"Sé que se ha dicho que otros pilotos se han quejado. Nuestros pilotos nunca se han quejado del porpoising. Han dicho que a algunos circuitos les vendría bien una limpieza, tal vez un reasfaltado en algunos lugares. Pero no hemos tenido ningún problema con los rebotes. El problema es que llevan el coche muy rígido. Creo que su concepto es el problema más que el reglamento", añadió.

Continuando con su ofensiva, Horner dijo no estar impresionado por la rápida resolución que la FIA publicó en la víspera del GP de Montreal, y retomó la idea de no deberían cambiarse las normas porque Mercedes ha fallado: "Si un coche es peligroso, un equipo no debería presentarlo: tiene esa opción. O la FIA, si considera que un coche individual es peligroso, siempre tiene una bandera negra a su disposición".