La nueva era inaugurada en la temporada 2022 de la Fórmula 1 trajo como uno de los principales problemas a la cuestión del 'porpoising', el cual se ha visibilizado aún más en los últimos días tras el sufrimiento público de Lewis Hamilton y las contundentes declaraciones de personajes como Toto Wolff, George Russell o Pierre Gasly, solicitando cambios urgentes.
Después de las quejas públicas de un sector de la parrilla llegó una voz contrapuesta como la del jefe de equipo de Red Bull, Christian Horner, quien consideró que las autoridades no debían tomar medidas, "pues si afecta solo a algunos equipos, es algo de lo que esos equipos deberían ocuparse". Y no dejó de lanzar un recado hacia los alemanes: "lo más fácil es quejarse".
Después de la explosión del tema tras el Gran Premio de Azerbaiyán, y con la preservación de la seguridad de los pilotos como premisa, la FIA decidió tomar cartas en el asunto y determinó una serie de medidas que tienen como objetivo reducir el rebote al máximo posible.
De acuerdo al comunicado emitido por la Federación, el "temblor" que viene castigando a muchos monoplazas fue analizado durante la carrera en Bakú, donde "volvió a ser visible", motivo por el cual han decidido "exigir a los equipos que realicen los ajustes necesarios para reducir o eliminar este fenómeno".
Por qué Mercedes podría sentirse perjudicado
Las nuevas directrices que entran en vigencia en el GP de Canadá obligarían a las escuderías a cumplir con una altura mínima, contemplando sanciones e incluso la descalificación. Siendo Mercedes el equipo con mayor 'porpoising', también sería el que más ajustes deba realizar, y por ende perder mayor tiempo por vuelta.
Por su parte, y de acuerdo a información del sitio Auto Motor und Sport, Red Bull ha recibido con buenos ojos estas nuevas normas. Mientras que Ferrari tampoco estaría desesperado, pues tendría más margen de maniobra para que su auto funcione a distintas alturas.
