Es habitual. Semana tras semana, Tigres manda en la liga femenil. El dominio que ejerce es noticia de cada jornada debido a su funcionamiento colectivo, el talento individual de algunas jugadoras, goleadas, golazos y triunfos. Todo es perfecto. Y esa perfección se refleja con una hegemonía que se respalda en cuatro títulos y dos subcampeonatos. Pero, ¿qué tan producente o contraproducente resulta dicha hegemonía para el futbol mexicano femenil?

“Ya no hay sorpresa”, “aburre que siempre ganen”, “no tiene chiste una liga donde solamente haya un protagonista”, son algunas expresiones que pueden encontrarse en redes sociales sobre las reacciones de animadversión hacia el continuo rol sobresaliente del equipo tigre. 

 

Más que molestia con y hacia Tigres, el malestar es en sí contra la disparidad que enfrentan otros clubes para competirle a ‘las Amazonas’. Con contadas excepciones, el resto de equipos carecen incluso de los requerimientos básicos y necesarios que debe tener un plantel profesional para aspirar siquiera a la liguilla. 

“Tigres, la institución como tal, ha apostado por su plantel femenil. Motiva ver las acciones que emprende con este equipo, es un modelo a seguir. Pero sí es evidente que está por encima de otros clubes, lo que habla de que no hay equilibrio para competir. Ojo, ese no es problema de Tigres, ni de sus jugadoras. Es una llamada de atención para que otras instituciones trabajen con sus planteles femeninos”, comenta Samantha González, analista de futbol femenil, a Bolavip México.

 

 

En ese mismo tenor, Ana Cruz Manjarrez, responsable de medios de comunicación en Somos Versus, hace una observación respecto a una de las principales fallas en la profesionalización del futbol femenil en México: el menosprecio de algunos clubes a sus propios equipos femeniles.  

“Hay instituciones que subestiman al futbol femenil, ni lo voltean a ver. No es posible que haya clubes que manden a sus equipos en camión para jugar sus partidos, o que no tengan un gimnasio adecuado para que sus futbolistas hagan trabajo físico. En cambio, Tigres es el único club que desde el principio ofreció condiciones propicias a su equipo femenil. ¡Y los resultados ahí están!”,señala a Bolavip México.

Si bien es cierto que América, Chivas y Rayadas están a la par de Tigres para tener equipos altamente competitivos, también es que no logran llegar a un nivel máximo para frenar el dominio de ‘las Amazonas’. En este sentido, Ana Cruz Manjarrez matiza que la institución universitaria ha sabido compaginar lo deportivo con lo administrativo para formar y fichar grandes futbolistas, elegir cuerpos técnicos adecuados y construir una identidad con la afición, rasgo que se traduce en motivación para las jugadoras.

Samantha González considera que la apertura a contratar extranjeras es positivo para equipos que suelen estar en los primeros planos, sin embargo eso no quiere decir que se deje de trabajar en la formación de talentos nacionales. En lo concerniente a clubes que todavía están lejos clasificar a una liguilla, plantea como solución urgente de atender la dotación de infraestructura, salario digno y organización deportiva responsable a sus planteles femeniles, tal como lo ha hecho Tigres desde que se profesionalizó la liga. 

Así, la hegemonía de Tigres continuará hasta que el resto de competidores se animen a ver los aciertos y el trabajo que tiene esta institución con su equipo femenil. Lo contraproducente, en todo caso, es que aflojara el paso y dejará de ser el rival a vencer.