El drama se vivió en el montículo del Great American Ball Park donde los Rojos de Cincinnati recibieron a los Marlines de Miami en el cuarto juego de la serie entre ambas franquicias. Por la novena de Florida salió Daniel Castano como pitcher abridor y muy pronto vivió una situación escalofriante.

El estadounidense Daniel Castano la estaba pasando complicada en la parte baja de la primera entrada. Después de hacer 22 lanzamientos ya le habían conectado un imparable y los Rojos de Cincinnati habían registrado una carrera para empatar la pizarra 1-1 ante los Marlines de Miami.

Con dos hombres en las bases y un out, Daniel Castano enfrentó a Donovan Solano y le lanzó una pelota a 83 millas por hora; el pelotero colombiano de los Rojos de Cincinnati la bateó y la devolvió a 105 millas por horas justo a la cabeza del serpentinero; el pelotazo fue directo al costado izquierdo de la cara del pitcher quien no alcanzó a a meter la manopla y al recibir el impacto se arrodilló en el montículo ante la preocupación del bateador.

Jacob Stallings, receptor estadounidense de los Marlines de Miami, fue el primer compañero que acercó para auxiliar a Daniel Castano quien se reincorporó y pudo salir del centro del diamante por su propio pie luego de una labor de dos tercios de entrada con un total de 23 lanzamientos.

Los primeros reportes médicos informaron que Daniel Castano salió del partido con una contusión en la frente y una leve conmoción cerebral y fue relevado por Jeff Brigham. Al final del partido los Marlines de Miami vencieron 7x6 a los Rojos de Cincinnati.