Una de las peleas más recordadas por todos los aficionados del futbol mexicano sin dudas es la que enfrentó a Miguel Herrera con el periodista Christian Martinoli, la cual terminó por costarle al entrenador su puesto al frente de la Selección Mexicana de Futbol después de ganar la Copa Oro del 2015.

Luego del certamen de la Concacaf y ya regresados a México, la versión mayoritaria indicó que el narrador de TV Azteca había sido golpeado por el Piojo, mientras que su hija habría agredido también al comentarista Luis García. Sin embargo, un famosísimo testigo de los hechos tiene otra mirada para ofrecer.

 

Se trata de Enríque Bermúdez, comentarista de TUDN, quien se encontraba en el lugar de los hechos, y en las últimas horas reveló que nada fue como se rumoreó. En una entrevista para La Saga con Adela Micha, el Perro aseguró que el entonces director técnico del Tri 'nunca le pegó' a Martinoli, sino que se trató de mera discusión y empujones.

“Yo al Piojo se lo dije, me llevo muy bien, yo estaba en el aeropuerto cuando vino ese problema, yo lo vi, estaba como a 30 metros; nunca le pegó el Piojo a Martinoli, fueron palabras y empujones”, relató Bermúdez.

Después de los hechos, Bermúdez dio a conocer que se acercó al estratega para remarcarle el determinante error que acababa de cometer. "le dije: ‘¿sabes qué, Piojo? Estuve a punto de decirte no cometas esa pendejada'. Acababa de ganar la Copa, en lugar de decir ‘mira, aquí estoy, soy el campeón’; le costó la Selección Mexicana, dijo.

Según su relato, el Piojo Herrera le respondió entendiendo lo que sucedía: “Me dijo ‘Perro, ¿por qué no me lo dijiste?', porque estaba a 25 metros. Fue un error, pero todos cometemos errores en la vida, el Piojo es muy pasional”.

Martinoli también se equivocó

Según el parecer del Perro Bermúdez, y no por justificar el acto en caliente de Miguel Herrera, Christian Martinoli tampoco estuvo en lo correcto al meterse con la familia del DT.  “Christian también se metió en terrenos que a cualquiera nos duele, con la familia no”, concluyó.