Aleksander Ceferin y UEFA preparan un nuevo Fair Play Financiero que cambiará para siempre el modus operandi de los clubes estado. Las nuevas medidas que irán llevando al fútbol europeo hacía una transición que terminará en el 2024 suponen un reto enorme en un PSG que empieza a luchar contra lo que podrían ser sanciones históricas.

Repasemos rápidamente, para el 2024 UEFA pretende que los clubes no inviertan más del 70% de sus ingresos y que quienes lo incumplan sufran consecuencias no solo en cuanto a poder incorporar, sino que incluso vean mermadas sus participaciones en los torneos del ente. A modo de resumen, quien no pase los del informes del Fair Play Financiero en dicha fecha podría verse descendido desde la Liga de Campeones a la Europa League.

Una medida celebrada por gran parte de los clubes, pero que ni mucho menos gusta a otros. Si bien se pretende con esto que los equipos gasten de manera sostenible en un mercado con una burbuja que tarde o temprano estallará, la realidad es que las nuevas medidas de UEFA suponen un dolor de cabeza en clubes que como PSG, acumulan ya hasta tres campañas con un déficit en sus cuentas de 200, 700 y 300 millones de euros.

Cambios en el mercado y en el proyecto

Solo el hecho de contar con Qatar hace que el conjunto parisino no haya sido sancionado por UEFA hasta este momento, pero todo cambiará para el verano de 2023. La Ligue 1 también reactivará su Fair Play tras dos años de espera, por lo que desde L’Equipe apuntan que los pocos movimientos en el Parque de Los Príncipes tienen una explicación más allá de los planes de Luis Campos.

Nuno Mendes, Vitinha y Hugo Etikike son hasta aquí las nuevas del club, pero con Nordi Mukiele se buscará lo mismo que con el nuevo delantero centro del PSG. Se trabaja que llegue a préstamo y que su fichaje sea contabilizado en el Fair Play Financiero por junio del 2024 y no dentro de 11 meses. Las predicciones hablan de otra campaña con pérdidas por más de 300 millones en el Parque de Los Príncipes que impiden asaltar el mercado como se hizo el año pasado. El inmovilismo de Qatar, directamente relacionado con la nueva realidad del futbol europeo.