Se puede afirmar que Brasil y Ecuador son los dos países más afectados de Latinoamérica por el desembarco del coronavirus. Estas naciones no se manejaron de la mejor manera desde el comienzo y es por ello que se encuentran en medio de un contexto absolutamente desesperante y preocupante. Para colmo de males, Jair Bolsonaro, máximo mandatario brasileño, sigue mostrándose totalmente en contra de la cuarentena obligatoria para los ciuadadanos.
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Mientras tanto, las cifras relacionadas con los alcances del COVID-19 en el territorio brasileño son cada vez más escalofriantes. Solamente en las últimas 24 horas, 105 personas perdieron la vida como consecuencia de esta impiadosa pandemia. Así lo informó este lunes el Ministerio de Salud de Brasil, que, al mismo tiempo, indicó que el total de fallecimientos confirmados ascendió a 1.328. Números que asustan pero que siguen sin hacer cambiar de opinión al presidente.
Víctimas de coronavirus en Sao Paulo. (Foto: Getty)
Por otro lado, el total de infectados registarados por el Ministerio de Salud de Brasil es de 22.169. Cabe destacar que el epicentro de la pandemia en el gigante sudamericano es la ciudad de Sao Paulo, que acumula nada más ni nada menos que 608 fallecimientos y 8.895 casos confirmados de coronavirus. Joao Doria, gobernador de este estado, se viene mostrando completamente en contra de las políticas adoptadas por Bolsonaro en torno al COVID-19.
En la lista de ciudades más afectadas, detrás de Sao Paulo figuran Río de Janeiro con 188 fallecimientos, Pernambuco con 102 muertos, Ceará con 91 decesos y Amazonas con 71 personas que perdieron la vida. A su vez, en este último estado ubicado al norte de Brasil, la situación sanitaria y funeraria es de colapso absoluto según informó Arthur Virgilio Neto, intendente de Manaos, que reportó 71 muertos y 1.275 contagiados.
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Al mismo tiempo, los fallecimientos aumentaron un 9% en las últimas 24 horas según informó el mencionado boletín del Ministerio de Salud. Esta situación sanitaria generó una división absoluta en Brasil: por un lado el gobierno federal del presidente Jair Bolsonaro, que no quiere el cese de actividades para combatir el virus, y por el otro los gobernadores apoyados por Luiz Mandetta, ministro de salud, que apoya la cuarentena.
