Cuando finalizó el primer tiempo, todo parecía oscuro y perdido para Cruz Azul, pero el fútbol, como el deporte hermoso que es, demuestra que nada está escrito ya.

A base de insistir e insistir, quizá sin ideas claras pero con mucho amor propio, el conjunto de Caixinha logró dar vuelta el resultado en el Azteca.

Primero fue Caraglio quien puso la igualdad, y minutos más tarde, con una corajeada de Yotún que peleó la pelota ante los defensores del Necaxa, Méndez estampó el 2 a 1.

Respira Caixinha, quien había sido insultado por los aficionados en gran parte del primer tiempo.

¿Será el punto de despegue de un equipo que viene cabizbajo?