Chicago Bulls es una de las franquicias más queridas en todo el mundo, ya que supo tener al que para muchos expertos es el mejor jugador de la historia de la NBA. El legado de Michael Jordan es tan amplio, que logró que una franquicia, que anteriormente no había ganado absolutamente nada, hoy por hoy sea tenida en cuenta como grande. 

Los Bulls deberían dividirse en tres etapas: antes, durante y después de Jordan. Lamentablemente para Chicago y sus fanáticos, el antes y el después se corresponden. Quizás sean de los equipos que más indumentaria venden en la NBA y el marketing continúe explotando gracias a MJ, pero en lo deportivo nunca pudieron volver a los primeros planos, a excepción de algunas temporadas con Derrick Rose como protagonista. 

 

En la temporada 2019-20 de la NBA, Chicago Bulls terminó con un récord negativo de 22 ganados y 43 perdidos. La situación llevó a hacer un cambio de entrenador: Jim Boylen fue reemplazado por Billy Donovan, cambiando las esperanzas del equipo. No obstante, esto no le gustó mucho a Scottie Pippen, ladero y leyenda junto a Jordan

"Si lo miras desde la perspectiva de los fanáticos, no estoy impresionado con lo que hicieron", respondió Pippen, seis veces ganador de la NBA, al ser consultado respecto a la contratación de Donovan. “No creo que hayan hecho ningún cambio dramático que vaya a cambiar quiénes son como equipo. Esa es solo mi opinión personal”, agregó en diálogo con Forbes

 

 

Pippen, palabra autorizada, no le tiene mucha confianza al nuevo estratega: “Me gusta Billy Donovan como persona, pero no creo que haya probado nada en la NBA que demuestre que vale la pena invertir en él y formar un equipo que necesita ayuda como lo hace Chicago. Es un equipo que lleva luchando mucho tiempo. Para mí, no veo el valor que les aporta. Va a ser entrenador, pero hay muchos por ahí. No hizo nada especial en OKC que le garantizara una segunda oportunidad", concluyó.