El jueves pasado por la noche, Alberto Fernández comunicó oficialmente la implementación de la cuarentena obligatoria, con las excepciones especificadas.
La misma se aplicó hasta el 31 de marzo, pero, teniendo en cuenta el desarrollo del coronavirus en el país, es muy factible que esa fecha se extienda.
En ese contexto, tanto el presidente de la República Argentina como todo el Gobierno analizan la posibilidad llevar la cuarentena, como mínimo, hasta la primera semana de abril.
Pero, al mismo tiempo, se puso sobre la mesa otra alternativa más fuerte que se traduce en el estado de sitio. Y el argumento ante esta chance es más que contundente.
Es que Alberto Fernández no está del todo conforme con la cantidad de detenidos por incumplir con la cuarentena, por lo que podría tomar una medida drástica al respecto.
“Si se desobedece la cuarentena, las restricciones van a ser peores. Vamos a usar todas las herramientas disponibles. Si no es por las buenas, será por las malas”, destacaron desde el Gobierno.