El autor del gol que le dio a River el triunfo ante Belgrano, y encargado de asistir al juvenil en la increíble ocasión fallada, reconoció que se enojó tras la jugada.

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El llanto de Tomás Andrade lo resumió todo. Un yerro imposible, ante el rival que trae los peores recuerdos, en el inicio de su carrera y bajo la mirada atenta de un estadio Monumental repleto. Un combo que, de no mediar resultado favorable, pudo haber sido explosivo.

Gallardo entendió el bajón del pibe y Driussi le quitó dramatismo a la situación. Pero Gonzalo Martínez, asistidor de Andrade en la ocasión de gol desaprovechada, reconoció haber quedado molesto tras la jugada.

“Sinceramente me enojé un poco, pero que le sirva para aprender. Menos mal que terminó 2-1, porque sino lo íbamos a lamentar”, expresó Pity, cuyo rendimiento va en pleno ascenso tras ser uno de los futbolistas que más criticados del actual plantel riverplatense.