Cuando la final se moría y Riverle ganaba a Boca 2 a 1, el PityMartínez corrió muchísimos metros en soledad donde sólo tenía que empujar el balón al fondo de la red.
Lo hizo a una velocidad impresionante y cumplió el objetivo: tocó el balón y gritó el tercero del Millonario. Definió la final de la Libertadores.
En diálogo con la prensa, el Pity confesó cómo anotó:“Estaba todo acalambrado, no llegaba más, pero bueno, pudo ser gol. Sufrimos un poco al final, pero fuimos un gran equipo durante los 90 minutos y se nos dio en el alargue”.
Claro, el volante con futuro en la Selección Argentina corrió como si fuese la pelota de su vida sin importarle lo mal que estaba.
¡Un crack!