Par-ti-da-zo en Guayaquil. Daniel Angulo empató al último minuto. 3-3 terminó el juego entre Emelec e Independiente del Valle.
El partido fue de batalla desde el comienzo. Independiente del Valle no lucía escondido en el Capwell. Por el contrario, salió con la cara descubierta a buscar la victoria. Se veía mucho mejor que Emelec en el arranque. Pero el bombillo sabe muy bien como y cuándo golpear. Y en un tiro de esquina Pedro Quiñónez puso una pelota magnífica que la ganó muy bien Jorge Guagua y convirtió la primera. Ya ganaba Emelec y en seguida llegó el segundo gol. José Luis Quiñónez también ganó un cabezazo en el área y aumentó la cuenta.
Pero Independiente fue fiel al estilo que ha venido ya adquiriendo como marca propia. No bajó los brazos y descontó el marcador. Fue Arturo Mina, una vez más de cabeza. Parecía que el empate era posible. Pero fue el Bombillo el que logró golpear una vez más. En el área Emanuel Herrera pisó el área, pero remató muy débil. Sin embargo la suerte le sonreiría porque el balón rebotó de una forma muy extraña en la pierna de Mina y luego fue picando como tímida hacia el arco y se marcó la tercera.
Al final del primer tiempo los Rayados, que hoy vestían de rosado, perdieron a un hombre por una expulsión producto de un acto de clara inexperiencia de Mario Pineida. Pero en el segundo tiempo no pareció que el Ballet Azul tuviera uno más. Los de Sangolquí los complicaron de tal manera que volvieron a descontar. En un tiro libre, Emanuel Herrera devolvería el favor a Arturo Mina. Autogol y el partido entraba en drama.
Ya parecía que el partido terminaría así. Inclusive Emelec se acercaba a la cuarta. Pero cuando todo terminaba, Daniel Angulo demostró a Quinteros, presente en el estadio, que estaba en lo correcto en convocarlo. Qué golazo convirtió el delantero de Independiente con el cual empató el juego y le puso más drama aún al final de la primera etapa.