Salas: “Mi piel se erizó y se me salieron las lágrimas”. Así se sintió el Mago al jugar un clásico con la camiseta opuesta a la de toda la vida.
Toda una vida vistiendo la camiseta de Liga desde cuando era un niño, luego en las inferiores, posteriormente en la Serie B, en la A, en los campeonatos, en las vueltas olímpicas internacionales y ahora vistiendo la camiseta del archi rival llegó el momento que nunca hubiera creído: enfrentar al Albo. Durante la semana había dicho que si convertía un gol lo festejaba, pero tal vez nunca hubiera imaginado que cuando fuera sustituido, la hinchada de la U coreara su nombre: “Olé, olé, olé, Salas, Salas”.
“Era una batalla de cánticos. Eso es lo lindo del fútbol. A mi salida se me erizó la piel y se me salieron las lágrimas. Los gritos de los hinchas de Liga me dejaron muy feliz” -dijo el Mago con respecto a aquel inolvidable cántico-. “Nací en Liga y todo lo que hice con ellos fue muy importante. Feliz también con la gente del Quito por el apoyo y las palabras de aliento. Eso te da impulso para seguir mejorando. Mi carrera quería terminarla en Quito y la gente del Deportivo Quito me dio la oportunidad” -agregó el delantero ecuatoriano que hizo soñar a todos a principio de los 2000’s-
Su opinión sobre el partido: “Salimos contentos porque no nos marcaron ningún gol, esa era la prioridad. Queríamos que por lo menos no nos marquen un gol para después anotar. Nos quedamos tranquilos porque no se perdió el Clásico y pudimos recatar un empate”.
Y el regreso del símbolo: “es importante la llegada del Sari. Es el mayor referente en la historia de Deportivo Quito y los chicos saben que están entrenando junto al jugador más histórico del Deportivo Quito. El estado físico no importa, sino el cariño a la gente”.
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