Nos hemos transformado. Ya nada volverá a ser lo mismo después del 24 de noviembre, cuando Boca y River definan al campeón de la Copa Libertadores.
Por primera vez, ambos equipos se enfrentarán en una final del certamen de clubes más importante de América y las tensiones en Argentina están por las nubes.
Como si esto no fuera suficiente, los hinchas de River, quienes sospechan de un arreglo entre Boca y la Conmebol por Qatar Airways, podrían encontrarse con un árbitro cuestionado por sus arbitrajes contra el Millo.
Se trata del colombiano Wilmar Roldán, quien dirigió a Boca en la vuelta ante Palmeiras y a quien recuerdan en Núñez por su controvertida actuación en la eliminación ante Lanús en la Copa del año pasado.
Roldán podrá excusarse con que, en aquel momento, el VAR se encontraba en período de prueba y que su arbitraje aquella noche se ciñó estrictamente al reglamento, pero en River ya temen por su designación para el partido más importante de la historia.
El brasilero Wilton Sampaio pica en punta para impartir justicia en la primera final y el uruguayo Andrés Cunha, árbitro de River – Gremio, seria la primera opción en caso de que la Conmebol no termine inclinándose por Roldán, según informó el Diario Olé.