Era la final del Mundial de Clubes 2015. Barcelona, campeón de la Champions League y River Plate, campeón de la Libertadores se medían buscando la gloria en Japón.

Más allá de la certera goleada de los catalanes por 3 a 0, un episodio previo al partido hizo encender a los hinchas argentinos: Javier Mascherano, surgido de las inferiores delMillonario, no saludó a los hinchas que coreaban su nombre.

Luego de miles de especulaciones,Mascheexplicó los motivos de aquella decisión. Para hacerlo, se remontó al 2006, cuando visitó El Monumental vistiendo los colores del Corinthians brasilero.

Mi partido no fue malo, fue malísimo. Marcelo Gallardo me hizo expulsar exagerando una caída y me trajo complicaciones en Brasil. Decían que me había hecho echar a propósito y varios hinchas me vinieron a decir una que otra cosa”, recordó.

“Quizás fue un error, perono quería comprometerme emocionalmente. Entiendo a la gente que lo pudo haber tomado como una falta de respeto, pero habiendo vivido lo que viví con Corinthianspreferí aislarme.El hincha es hincha, pero ¿cómo voy a tener yo alguna razón para faltarle el respeto a la gente de River, con todo lo que me dio River?”, explicó el excapitán de la Selección argentina en una entrevista conEl Gráfico.