Jesús Arellano es historia pura del Club de Futbol Monterrey. Defendió la playera de la institución por 15 años y se ganó el título de ídolo. Ganó 3 títulos de Liga MX (Clausura 2003, Apertura 2009, Apertura 2010), 1 Interliga (2010), 1 Recopa de la Concacaf (1993) y 1 Concachampions (2011), siendo uno de los máximos referentes de La Pandilla.
Todos lo conocimos por su gran apodo “Cabrito”. Sin embargo, la historia pudo haber sido completamente distinta. Es que el mediocampista ofensivo poseía otro sobrenombre, pero el mismo no le gustaba a la directiva de Rayados y decidieron modificárselo con la ayuda de un famoso narrador de la televisión.
El oriundo de Nueva León se apodaba “Charrito” en honor a José Barragán, quien lo motivó a que sea futbolista. “No me puedo adornar con eso de que yo lo descubrí, porque yo no fui al llano a verlo. Lo que hice fue guiarlo por el mejor camino de su vida, pues a los 18 años ya no quería jugar, porque él era un bailador de cumbias y quería dedicarse a eso, quería divertirse, prefería su barrio, sus amigos que la disciplina del futbol. Entonces, fui a su casa y frente a sus padres le dije ‘mira Chuy, el futuro tuyo y de tu familia lo traes en tus piernas’ y lo hice cambiar de opinión”, apuntó para Mediotiempo.
Más adelante detalló: “Chuy tendría unos 19 años, ¡claro, ya era un jugadorazo! cuando llegó a Rayados, Monterrey no descubrió nada. Don Roberto Hernández Jrle decía el Charrito Arellano por mí, pero era tanto el celo de Lankenau que exigió al Perro Bermúdez que le buscara otro nombre y fue por eso que lo apodaron el Cabrito, el cual portó Arellano sin ningún problema, pues al ser regio se identificaba con el sobrenombre, por ser el platillo típico de la Ciudad de Monterrey”.
Tal como indicó el Charroel presidente de Rayados en ese momento,Jorge Lankenau, le pidió a Bermúdez que le cambie deapodo en las transmisiones y optó por Cabrito, algo que convenció a todas las partes. De esta manera, el Perro vuelve a demostrar la importancia y trascendencia que tiene en el futbol mexicano desde su micrófono.