A la par de Europa, la CONCACAF definía este jueves quiénes serían los finalistas de la Nations League de aquella región. Canadá, por su victoria cómoda ante Panamá, ya tenía su boleto asegurado, pero restaba saber si Estados Unidos o México sería su rival.
En el Allegiant Stadium, de Nevada, el combinado de las Barras y Estrellas buscaba imponerse como local para continuar camino a un nuevo título en la segunda edición del evento. El Tri, con la espina de haber sido subcampeón, tenía sed de revancha.
Pero el trámite comenzó favorable para Estados Unidos, que se puso en ventaja antes del entretiempo de la mano de Christian Pulisic. El propio jugador de Chelsea, antes del minuto del complemento, estiraría la ventaja tras un contragolpe ejemplar.
El nerviosismo aumentó en el elenco comandado por Diego Cocca y la tensión se notó sobre el campo. Sobre los 25 minutos, César Montes no pudo ocultar su frustración y le lanzó una patada a pura impotencia y por la espalda a Folarin Balogun, que se escapaba en campo rival.
Aquella infracción que significaría la roja para el mexicano desató una ola de empujones entre todos los futbolistas. Incluso Weston McKennie se besó la camiseta frente al público visitante y también se ganó la expulsión.
El gol de Ricardo Pepi redondearía la goleada, pero todavía habría tiempo para más escándalo. Sobre un córner, Sergiño Dest y Gerardo Arteaga conectaron manotazos en sus caras y también se irían a las duchas anticipadamente, dejando a sus equipos con 9 futbolistas para los últimos minutos. De esta manera, Estados Unidos y Canadá se jugarán el título el próximo domingo.