Desde el pasado jueves, a Andrés Felipe Román se le derrumbaron todos los sueños que hasta los 25 años había logrado con su profesión de futbolista y en solo instantes todo se diluyó, tras hacerse los exámenes médicos para firmar como nuevo jugador de Boca Juniors.

Una miocardiopatía hipertrófica, además de impedirle firmar con el club argentino, también lo sacaría de su actividad de alto rendimiento debido a que esta enfermedad es la mayor causante de muertes súbitas en los atletas menores de 35 años.

A pesar de que se ha generado alguna esperanza y expectativa la gran mayoría de doctores que saben del tema hablan de que, de confirmarse este parte médico, es imposible, o al menos no se recomienda, que juegue fútbol ya que estaría en riesgo su vida.

Con este pesar y los sueños destruidos, Andrés Román ya emprendió vuelo a Colombia para realizarse más exámenes exhaustivos, los cuales determinarán los pasos a seguir en su vida y con la esperanza de que haya un tratamiento efectivo y poder seguir jugando fútbol.

Román llegó al aeropuerto de Ezeiza, en Buenos Aires, con sus maletas casi tal cual las llevó y con una desoladora imagen se despidió de su sueño en Argentina y ahora Millonarios y su familia lo arroparán para cualquier decisión que se tenga que tomar en un futuro.