Para Claudio Borghi fue doble el desafío cuando asumió como entrenador de Boca allá por 2010: no sólo tenía que estar al mando de uno de los equipos más grandes del continente, sino que bajo sus órdenes estaba Juan Román Riquelme.

Lo mismo le sucedió por muy pocos partidos en Argentinos Juniors varios años después, y sobre esa experiencia recordó: “Tuve el inconveniente de dirigir a alguien que admiraba y eso es muy complejo porque a alguien que uno admira no lo puede corregir”.

En diálogo con Deportivo IP, el DT dejó en claro que le hubiese gustado ver al ’10’ en otros roles antes de que se vuelva dirigente, siendo hoy el vicepresidente segundo por la lista de Jorge Ameal, lider también del Consejo de Fútbol.

“El marciano (así lo llama) fue egoísta con todos nosotros. Yo tenía la esperanza de que fuera entrenador o comentarista. Digo egoísta porquees una persona que sabe tanto que me hubiese gustado escuchar y aprender sobre lo diferente que él ve el fútbol”, soltó.

Luego, agregó: “No me lo imaginaba de dirigente en aquel momento. Pero bueno, el marciano decidió eso y lo respeto tanto que le deseo toda la suerte y lo voy a apoyar siempre”.

Para cerrar, se centró en su conocimiento futbolístico para analizar a JR10: “Román es un poco más alto que yo y es difícil ser hábil por arriba del metro ochenta porque normalmente los hábiles tienen el centro de gravedad más bajo y eso les permite salir rápido por un lado o para el otro cuando agarran la pelota.Lo difícil que hacía Román era tratar el balón, siempre bien parado, podía aguantarla con facilidad. Yo digo que es como leer un libro junto con alguien que ya lo leyó. Eso es el fútbol de Riquelme. Ya sabe lo que tiene que hacer antes de que aparezca la jugada.Aparte, era un tipo que tenía dotes de técnico dentro del campo de juego por lo bien que dirigía al equipo”.