No fue un lunes cualquiera para Jorge Amor Ameal. Como presidente de Boca, fue él quien acompañó a Daniele De Rossi en la conferencia de prensa en la que el italiano esgrimió los motivos que lo alejan del club y de la práctica profesional del fútbol.
Pero pasado el sacudón De Rossi, con mayor o menor dolor dependiendo de cada quien, el tema que desvela a los Xeneizes sigue siendo el mismo y pasa por la llegada de refuerzos que jerarquicen al plantel.
Es cierto que 2019 se terminó con el entusiasmo de haber recibido a la nueva comisión directiva, de la que forma parte nada menos que el ídolo máximo del club Juan Román Riquelme; también con la confirmación de Miguel Ángel Russo como nuevo entrenador. Pero transcurridos ya siete días de 2020, que empiece a haber noticias sobre nuevos arribos es tan importante como cobrar el sueldo.
Así se lo hizo notar Pipi Novello a Jorge Amor Ameal en Radio La Red, aunque el presidente intentó salir del paso airoso: “Cuando llegue el momento y tengamos algo, se van a enterar sin ninguna duda”, respondió.
Ayer mismo, el representante de Paolo Guerrero desistió de seguir esperando que en el Xeneize se decidan a pagar lo que el peruano desea, por lo que este se presentará el miércoles a entrenar con Inter de Porto Alegre.
Por otra parte, el secretario general de Boca Ricardo Rosica reconoció que para el club sería prácticamente imposible incorporar jugadores cuyos contratos coticen en dólares. Panorama complicado para la renovación Xeneize.