Sorprende, en algunas ocasiones, la impunidad con la que se manejan determinadas figuras públicas del mundo del fútbol.
En esta ocasión fue Felipe Scolari quien nos indignó a todos con una frase muy, pero muy desafortunada.
Tras derrotar a Godoy Cruz en un polémico partido de octavos de final de la Copa Libertadores, fue consultado por los posibles refuerzos que podría tener en la siguiente fase.
“La dirigencia sabelos refuerzos que queremos tratar de traer. Trabajarán con los nombres que les doy, pero no los diré aquí ahora. Entre otras cosas porque mañana se puede estrellar el avión y morir todos. Si algunos mueren, incluso tiraré fuegos artificiales”, dijo. Cualquiera. Papelón.
Cuando se dio cuenta, quiso bajar los humos, pero no sirvió de nada:“Ustedes no son jugadores, ustedesno entendieron mi broma”, tiró. Hágase ver, señor.