River llegó a Brasil con bastante tiempo previo, buscando adaptarse bien al campo de juego sintético que tiene su rival.

Se enfrentará el miércoles por la noche a Atlético Paranaense, campeón de la Sudamericana 2018, para disputar la Recopa Sudamericana como campeón de la Libertadores del año pasado.

De igual manera, al llegar a Curitiba la Conmebol sorprendió al plantel con una de esas cosas que nunca gustan: un control antidoping.

Claro, está dentro del reglamento y no es la primera vez que el ente realiza este tipo de acciones sin avisar.

La vuelta será el próximo jueves en el Monumental, para definir quien se queda con el trofeo internacional.