En la final de la Libertadores Sub 20, en elEstadio Rodrigo Paz Delgado, de Quito, Peñarol se impuso por penales ante Independiente del Valle y conquistó el título ante el local y campeón defensor. Randall Rodriguez, con dos atajadas, fue la figura en la definición.
En la sexta edición del torneo en la categoría, el elenco ecuatoriano buscaba, en su tierra, convertirse en el primer bicampeón del formato en su tercera final consecutiva. El Matagigantes, invicto en lo que iba de la competencia, se enfrentaba ante el Carbonero, que tampoco había sufrido derrotas y llegaba con una gran cantidad de bajas por Covid-19 entre jugadores y cuerpo técnico.
Independiente salió dominando los primeros 45 minutos. Arrinconó a los uruguayos sobre su arco y generó las jugadas más peligrosas de esa mitad. Sin embargo, el aurinegro se las arregló para mantener el cero en el marcador hacia el entretiempo.
En el complemento, sobre los 20, Néicer Acosta aportó la más clara hasta el momento para los locales. El atacante abrió el pie y la quiso poner en el ángulo, pero la pelota se estrelló contra el travesaño. A los 30, a través de una pelota parada, el elenco charrúa se adelantó con una buena ejecución de Diego Méndez en un tiro libre, levemente desviada en la defensa. Hanssel Delgado, a los 45, ahogó el festejo de la visita con un buen cabezazo de pique.
Todo se trasladó la definición por penales y las tres primera ejecuciones de cada equipo fueron perfectas. El quiebre se vio el cuarto tiro del Carbonero, López le contuvo el remate a Rodríguez en el duelo de arqueros, pero el uruguayo se repuso al atajar los siguientes a Carcelen y Mina, para asegurar el título de su equipo.
Con aquel gol y la buena defensa en los últimos minutos, a Peñarol le alcanzaría para sumarse a los campeones de la Libertadores Sub 20. El Carbonero se convierte en el segundo club de Uruguay en levantar el trofeo, tras lo hecho en 2018 por Nacional en el Estadio Centenario y ante el mismo rival.