Al Perú lo quisieron matar y luego repartírselo. La gente no lo permitió. Salieron a las calles y provocaron la renuncia de la cara de quienes buscaban anteponer sus intereses particulares por sobre el bien general del país.

Lamentablemente, antes de renunciar quisieron callar al pueblo. Con represión policial, aplicaron la fuerza. Entonces, mataron a dos jóvenes manifestantes que luchaban por sus derechos.

Este lunes, después de postergar su conferencia de prensa del domingo justamente por estas mencionadas muertes, el fútbol tuvo que salir a hablar. Reimond Manco y Carlos Manucci hicieron lo suyo.

Ricardo Gareca no fue excepción: “No estamos ajenos a todo lo que está pasando”. “Nos solidarizamos con las muertes, con la familia”, continuó

“Estamos pendientes”, agregó sobre una posible desconcentración de los muchachos. “Deseamos y queremos que todo se solucione en función de lo que quiere la gente”, finalizó también diciendo que tampoco iba a hablar tanto de política.

Así, habló el Tigre de la situación que vive el país. Felizmente, ya está todo solucionado. Igual no hay nada que celebrar. Perú sigue sufriendo por sus políticos. Ojalá esa historia termine pronto.