Mucho tuvo que ver el anterior paso de Miguel Ángel Russo por Boca con que hoy sea el flamante entrenador.

En 2007, supo ganar la Copa Libertadores con el Xeneize y de esta manera, quedó por siempre en la historia del club.

Por eso lo llamaron, para volver a levantar dicho trofeo que hace muchos años se les viene escapando de las manos.

En diálogo con Diario Olé, fue consultado sobre qué significa esta competencia internacional para él, y todo terminó en una llamativa analogía.

“La he definido de tantas formas. Nací en un club con historia de Copa Libertadores. Es el legado de Estudiantes al que siempre estoy agradecido. Me tuteé de chiquito con la copa de todas las formas y maneras”, comenzó explicando.

Luego, desarrolló: “Escomola novia que vos querés conquistar, vos creés que la tenés y se te escapa, siempre la querés seguir conquistando, y si la conquistás, la conquistás por un ratito. Después la tenés que volver a conquistar otra vez, no es que te la quedás para vos. Esa es la Libertadores”.

Y cuando le preguntaron “cómo está hoy la relación con esa novia”, retrucó: “Jajaja. Hay que volver a conquistarla, hay que volver a conquistarla. Permanentemente. El día que no sentís ese amor, esa cosa que nace desde adentro por jugar la Libertadores, se vuelve muy difícil”.