Este jueves 20 de julio se cumplen 12 años del que fue, para muchos, el partido más injusto en la historia de la Selección de Venezuela. La Vinotinto caía en la tanda de penales ante Paraguay en la semifinal de la Copa América, en un partido que acabó a los golpes.
La Selección de Venezuela llegó a su punto más alto, al menos a nivel de resultados, bajo las órdenes de César Farías. Fue en la Copa América de Argentina 2011 que La Vinotinto logró meterse en la semifinal del torneo.
Más allá de la decepción de quedarse a un paso de la final, fue un partido verdaderamente frustrante para el equipo criollo. Los de Farías hicieron todo para llevarse el boleto a la final, estrellando 3 balones a los postes y con un gol anulado.
Paraguay logró aguantar el empate a cero hasta los 120 minutos y, tras el fallo Franklin ‘Paky’ Lucena en la tanda de penales, los guaraníes se llevaron el boleto a la gran final. De esta manera, culminó la hazaña histórica de Venezuela, en un partido que, para muchos, debieron ganar.
Terminó a los golpes
El cierre de la tanda de penales no fue lo último que ocurrió aquella noche en el Estadio Malvinas Argentinas de Mendoza. Un cruce de palabras entre los banquillos acabó con un empujón del arquero, Leo Morales a Paulo da Silva, lo que detonó una gran pelea.
La gran postal del partido la dejó el delantero venezolano, Miku Fedor. El atacante tuvo un fuerte cruce con Néstor Ortigoza y acabó dándole un derechazo directo al rostro. Un desenlace sumamente tenso tras un partido lleno de emociones.