Boris Johnson, Primer Ministro británico, se sumó a la polémica en torno a los deportistas transgénero. Para él, las mujeres transgénero no deberían competir en deportes femeninos. Así de simple, así de directo. Las declaraciones las hizo a pesar de admitir que sus comentarios podrían observarse como “controvertidos”.
“No creo que los hombres biológicos deban competir en eventos deportivos femeninos. Y tal vez eso sea algo controvertido… pero me parece sensato”, dijo Johnson durante una visita a un hospital en Welwyn Garden City, Hertfordshire. “Y también creo que las mujeres deberían tener espacios, ya sea en hospitales, cárceles o en vestuarios, dedicadas únicamente a mujeres. Si esto me pone en conflicto con alguien, tendremos que trabajar en ello”, agregó.
Sin embargo, se atajó. “Esto no quiere decir que no apoye a la gente que quiera cambiar su género. Es vital que demos a esta gente el máximo amor y apoyo”, contó. Estas palabras de Johnson fueron expresadas días después de que la ciclista transgénero Emily Bridges recibiera la negativa para participar en el Campeonato Nacional Británico de Omnium del pasado fin de semana, donde hubiera podido competir, entre otras estrellas, con la cinco veces campeona olímpica Laura Kenny.
Según la Federación Británica de ciclismo, la Unión Ciclista Internacional (UCI) suspendió su participación porque estos campeonatos reparten puntos para el ránking internacional y que, para poder disputar la prueba, necesita el permiso para participar también en competiciones internacionales, una situación que aún se encuentra en proceso. Para la UCI, la ciclista de 21 años comenzó la terapia hormonal el año pasado para reducir sus niveles de testosterona y, por ello, actualmente no cumple con sus regulaciones, ya que todavía está registrada como ciclista masculino y, dado esto, no puede competir como mujer hasta que ello caduque.