Augustinho Teixeira nació hace 16 años en Ushuaia, Tierra del Fuego, la ciudad más austral del mundo, en el sur argentino. Lo suyo con la nieve es una historia incondicional. De padre argentino y madre brasileña, a los 2 años vivió una experiencia definitiva. Durante unas vacaciones en Ceará, Brasil, se subió a una tabla de sandboard para descender por las dunas de arena.

Al volver a Tierra del Fuego empezó a esquiar en el Glaciar Martial. Un tiempo después, con cuatro años, se sumó al Club Andino local y fue allí que vio a unos niños jugando (así es a esa edad) a hacer snowboard y quedó atrapado por ese deporte. Aunque en los veranos, en las tierras de su madr,e se dedicaba a deslizarse por entre las olas. El surf le permitía seguir arriba de una tabla y sumar horas de práctica deportiva que luego trasladaba al snowboard, su verdadera pasión.

“Tenía una sensación distinta en las maniobras y los vuelos que te hace dar el snowboard. Eso es lo que quise siempre. Estuve influenciado por el sandboarding, un deporte que nunca abandoné y realicé en las playas de Brasil”, contó en una reciente entrevista. “Pero mis papás tenían un poco de miedo por el tipo de movimientos y piruetas. Me ayudó mucho Diego Linares, un referente del snowboard en la Argentina, para que ellos entendieran que esta es mi pasión. Les llevó un tiempo entenderlo. De hecho, conseguí una tabla prestada, pero mi mamá no me dejaba hacer snowboard. Entonces, practiqué las maniobras en el colchón de mi cama”, agregó. Lo real es que un día se escapó con un amigo más grande para practicar snowboard. En ese momento, sus padres entendieron que no tenían otra opción que acompañar el deseo de su hijo.

Tan pronto mostró su talento que antes de cumplir 5 años, Elenilda, su madre se contactó con la Confederación Brasileña de Deportes de Nieve (CBDN) para que su hijo fuera tenido en cuenta. En un principio, en la prueba de esquí dado que Augustinho era muy dúctil para el slalom gigante. Pero el argentino naturalizado brasileño tenía muy en claro que su camino iba a ser en el snowboard.

Los años se sucedieron entre torneos en Argentina y Chila, en los que no paró de acumular trofeos y títulos. En 2015 se mudó a Canadá con la decisión de mejorar y estar cerca de los mejores especialistas y torneos. En ese raid, su punto más alto fue un puesto 24 en la prueba de halfpipe del el Campeonato Mundial 2021, en Aspen.

“Confío en mí y en mi capacidad, pero conozco la capacidad de mis oponentes, sé que todavía tengo mucho por hacer para seguir creciendo. Soy muy joven y llego a Pekín para competir contra los mejores”, advirtió el atleta que, del 5 al 15 de febrero, estará deslizándose arriba de su tabla en el Genting Snow Park, en Zhangjiakou.